¿Los Jairas se colaron a Alfredo? o ¿Alfredo se colóa Los Jairas?. Ni lo uno ni lo otro y ambas cosas a la vez. Lo cierto es que, Ernesto Cavour y el gringo Favre hicieron
trio y se propusioern tratar en serio el folklore. Fundaron Peña Naira y se fueron a rodar poe el mundo, dejando en el terruño un hermoso disco de larga duración
que ahora deber ser orgullo de muchas discotecas, que tuvieron el acierto de adquirirlo y conservarlo.
En Europa los triunfos vinieron uno tras otro; el publico los aclamaba y la critica especializada era plétora de ponderación. Pero Dominguez quería llegar mas alá
y como esto requeria tiempo, decidio quedarse por allí colviendo de vez en cuando al terruño, como para beber de su fuente de inspiración. Ademas estaba lo que sabíamos: su corazón.
Y Alfredo consiguio lo que quería: mostrar de cuerpo entero a nuestra raza; estirpe sencilla y con grandiosa a la vez, de la que él era su más orgulloso exponente. Para él
decirse indio tenia membrete de alcurnia y conviccón sólida, al contrario de presunción pomposa de todos lo que quieren encontrarse linaje hispano o europeo. En alguna
ocasión lloró de emoción junto con un enfermo mental que besó su poncho llamándolo descendiente de los incas y en otra se burló de alguien que le preguntó
-teniendo en cuenta que los bolivianos somos indios- "dónde había dejado sus plumas"... El Respondió: "Me las quitó la aduana, señora". Y es que el indio o más propiamente el indigena,
cuya sangre corre en nuestras venas, no es como se piensa, resorvorio de todas las taras. Muy por el contrario; en sus fibras palpitan los sentimientos nobles; en su mente duerme una inteligencia
privilegiada -y postergada por la injusticia social-; y en su espiritu se recrea una chispa de humor y picardia que la culta sociaead citadina no se ha detenido a analizar, porqeu al "indio" se lo menosprecia a priori.