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CARTA FINAL



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    En nombre de los padres de Alfredo, de la familia doliente y en el mio propio, quiero agradecer a las autoridades, instituciones y pueblo de Tupiza, por habernos asistidos con su ayuda moral y material en todo momento.

    Quiero también poner en conocimiento del pueblo de tupiza, que la repatriación de los restos de mi esposo ha sido posible gracias a la ayuda de los amigos suizos y del gobierno boliviano, en la siguiente proposioción:

    El embalsamado parcial mas el viaje vía Lufthansa Ginebra - La Paz, costó dólares 6.000.oo; la colaboracion del gobierno boliviano por la repatriación fue de 250.oo $us.; es decir que si hemos podido traer hasta Bolivia a mi esposo, es casi exclusivamente gracias a los amigos suizos.

    El Gobierno boliviano también pagó mi venida así como la de mis hjos César y Melitón, acompaņando los restos de mi esposo. Mi viaje de retorno a Ginebra lo pagan tambien los amigos suizos, en consideración al hecho de que estoy cursando el &uaute;ltimo aņo de un Instituto de Idiomas y terminarlo seria de mucha ayuda para mi vida posterior junto a mis hijos.

    En La Paz, muchas autoridades e instituciones asi como amigos en forma personal me han colaborado entre ellos Acción Nacional chicheņa por intermedio del Sr. Iņiguez, el H. Jaime Villegas, tambien la Peņa Naira por intermedio de los Srs. Rico y Cavour; en fin, mucha gente a la cual quedo eternamente agradecida, asi como toda nuestra familia.

    Quiero tambien hacer notar que mi esposo ha muerto de mal de chagas, que es una enfermedad que se puede prevenir, pero que lastimosamente ella se expande especialmente entre la gente pobre por las razones obvias de su situación; es entonces una enfermedad social y no es ninguna fatalidad del destino.

    Finalmente, al pueblo de Tupiza le digo que estoy muy sensibilizada con ls homenajes que se le han hecho a mi esposo; sin embargo me atrevo a pedirles la materialización de tanto afecto en la persona de los padres de Alfredo, toda vez que ellos necesiten; pues ustedes saben cómo él adoraba a sus padres.

    Nuevamente muchas gracias por todo en nombre de la familis dolientes y en el mió.

Gladys v. de Dominguez

Tupiza, 15 de febrero de 1980

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