Trovador, poeta, pintor, enamorado de la sencilla belleza de la patria y sus gentes, solidario con el sentimiento humano, lo
mismo en la alegria como en la tristeza; a un año de su muerte quienes no tuvimos la fortuna de conocerlo nos quedamos con la herencia y ejemplo de su amor
hacia la tierra y sus habitantes, posiciones puramente personales. Alfredo Dominguez con la sencillez del artesano, coloco su arte muy por encima
de la poses. Su testimonio intento retratar, tanto en sus coplas como en sus dibujos y pinturas, la realidad de su amada Bolivia.
Como resumen de los sentimientos albergados por el artista, Dominguez nos dejo el recuerdo impercedero de una de sus obras mejor lograda,
"Juan Cutipa", una selección de solos de guitarra y cantso que reflejan la realidad y sentimientos de millones de bolivianos desparramados a los largo de la
ancha geografía nacional.
"Juan Cutipa representa al indio sureño -dice la presentación del disco de larga duración que contiene una de las obras más
bellas del folklore nacional-, con su picardia, sufrimiento, alegria, ternura, amor, asi en desorden; Cutipa son los que viven en chozas, en las mismas, en faldas de los cerros,
en quebradas, en pampas, y hasta en otros países; en fin, Juan cutipa es un pedazo de Bolivia".
Los restos de dominguez están enterrados en el modesto cementerio de su querida Tupiza. Ha pasado un año de su muerte, acaecida en la lejana
Suiza, pero el recuerdo de su obra quedó como una rica herencia para los trovadores que cantan a la tierra y sus gentes y para quienes desde la modesta platea de la vida nos
con las coplas del artista que abrió, junto a otros pioneros, las puertas para la música boliviana en los escenarios europeos.
El álbum de "Juan Cutipa", es el testimonio del recorrido de millones de bolivianos por el territorio nacional en busca de la oportunidad
la busqueda trasunta las fronteras de la patria y los lleva hasta la zafra argentina. De la experiencia aventurera en tierras extranjeras, pasando por "las aventuras de
cholitas engañadas", Cutipa llega al desafio de las minas donde "en el oscuro profundo se oye el llanto de la roca....."
Luego de su aventura en tierras del norte argentino, Cutipa regresa a su patria. el surco del álbum testimonia ese período de la vida del
campesino aventurero, en una canción que está titulada como "Anoranza" y que concluye con esta estrofa:
Ahora que vuelve a su tierra, gritando evoca una carajo...
¡Viva mi patria Bolivia! aunque no haya trabajo.
El fugaz tránsito por la vida lleva a Cutipa al desafio de las minas, donde el aventurero encuentra la muerte. Dominguez sintetiza en el álbum el fallecimiento
de Cutipa, señalando que:
Juan ya vive horas extras, su sueño lo va envolviendo; Juan Cutipa se está muriendo...
Atraídos por las luces de néon de la publicidad, muchas veces admiremos la obra extranjera, de otros poestas que dieron y aún dan testimonio de este mundo
actual, como el catalán Juan Manuel Serrat o el britanico John Lennon, pero paresurados por el torbellino cotidiano no reparamos en la presencia de nuestros propios valores como Juan Dominguez,
quien pese a su paso hacia el más allá nos deja un hermoso testimonio de lo que sus inquietas retinas retinas fotografiarion y tradujeron en coplas que el trovador las canto en los escenarios
nacionales y extrajenros.
Descance en paz Alfredo Dominguez, el amigo y hermano de Juan Cutipa